ENTREVISTA A FERRAN RAMÓN-CORTÉS
1c9e42_f59c9d5409ad4e84bdee019716cf2636Nació en Barcelona en 1962. Es licenciado en Ciencias Empresariales y MBA por ESADE. Empezó su carrera profesional en el campo del Marketing. Trabajó durante 19 años en una multinacional de publicidad. Decidió dedicarse a la comunicación personal y fundó el Instituto de Comunicación 5 Faros. Es colaborador académico y profesor invitado de varias universidades como ESADE y la Universidad de Barcelona. Es autor de «La Isla de los 5 Faros« (RBA 2005, Planeta 2012), Virus «(RBA 2007),« Conversaciones con Max «(RBA 2007),« Hablando la gente se ama «(Ara Llibres, 2011) , entre muchos otros libros … Colabora habitualmente con diferentes medios de comunicación como «El ofici de Viure» en Cataluña Radio, «Via Lliure» en RAC1.
9788416029280Relaciones quefuncionan es una herramienta para conocer mejor a los demás, ajustar nuestra relación con ellos y, de este modo, evitar malentendidos y conflictos. Las personas tenemos estilos diferentes, y eso hace que recibimos la comunicación de forma diferente. Adaptar nuestra comunicación al estilo de la persona a la que nos dirigimos hace que nos podamos entender mejor. Cada persona tiene un estilo de relación con los demás diferente, que se pueden agrupar en cuatro tipologías. A partir de estas, Ferran Ramon y Alex Galofré proponen una metodología para conocer a nuestros interlocutores y adaptar nuestra comunicación a ellos, de manera que sea más persuasiva.


Más que
tratar a la gente como nos gustaría que nos trataran, en Relaciones que funcionan nos proponéis aprender a tratarlos como les conviene que los tratamos. Huelga decir que la calidad de la escuela depende mucho del trato que se dispense a los alumnos y sus familias. ¿Qué conexión tiene la forma cómo tratamos a la gente con nuestra reputación personal y como escuela?

La manera como el profesorado y cualquier persona de una escuela trata a alumnos y familias es fundamental para la idea de que nos haremos de este profesor y por extensión de la escuela. Una de las experiencias más negativas que podríamos tener con nuestros hijos es una mala entrevista con el tutor, o con el Director del colegio. Como trata alumnos y familias, el profesor transmite directamente sus valores y los de la escuela. No es sólo, sin embargo, cuestión de tratarlos bien. Uno de los errores clásicos es que el profesor tenga una forma exquisita de hacerlo pero fija: esta manera, si bien será seguro educada y considerada, puede no ser útil para un determinado alumno o su familia. Tener flexibilidad y adaptar la comunicación a su talante ayudará a que se sientan comprendidos, que podamos transmitir de forma eficiente aquellos valores que queremos transmitir, y a generar un vínculo fundamental que repercutirá directamente en su valoración de la persona y de la escuela.

Los directivos o las directivas y el profesorado de una escuela se ven continuamente empujados a relacionarse con mucha gente de caracteres muy diferentes. ¿Les ayuda esto a tener más habilidades para la relación social y para detectar las diferentes maneras de ser?

Les ayuda sin duda, ya que es una forma intensa de ejercitar la habilidad de detección de estilos y la flexibilidad de adaptación. Pero debo decir que sólo les ayuda si hay conciencia de este hecho, y voluntad de adaptación. Hemos visto muchas veces como algunas personas sólo viven con impotencia estas diferencias de carácter, incluso con sufrimiento, sin que interioricen que es al fin y al cabo una característica de las personas y que el reto es sabernos adaptar o saber utilizar las estrategias comunicativas adecuadas a cada estilo.

¿Tener en cuenta las diferencias de carácter nos ayuda también a la hora de crear un buen clima interno?

Por supuesto, por supuesto. Por ejemplo, un jefe de estudios que sea muy activo y muy racional al mismo tiempo, si entiende que aquella profesora que es también activa, pero mucho más emotiva –por carácter tenderá a necesitar el reconocimiento en lo que hace–, será mucho más mirado al la hora de juzgar un trabajo de esta y se ahorrará así un conflicto innecesario. Se dará cuenta de que hace falta muy poco para crear una buena relación profesional. En el libro ponemos muchos ejemplos de este tipo.

«Etiquetar las personas significa directamente restringir nuestra capacidad de percepción, ya que acabamos percibiendo solo lo que coincide con las etiquetas que les hemos puesto«

En el libro se insiste varias veces en que no podemos reducirlo todo a unos modelos, que lo que hay son tendencias, que nos comportamos de forma más rica. El profesorado, en cambio, podemos caer en la trampa de encasillar los alumnos y valorarlos según la casilla donde los colocamos. ¿Cómo podemos evitar este peligro?

Etiquetar a las personas significa directamente restringir nuestra capacidad de percepción, ya que acabamos percibiendo en los demás solo lo que coincide con las etiquetas que les hemos puesto. Es por eso que debemos ser cuidadosos, y entender que, si bien estos modelos nos ayudan a desarrollar diversas estrategias comunicativas para gente diferente, tenemos que estar muy abiertos a percibir las personas como únicas, y observar los cambios que experimentan. Mi receta es que de vez en cuando nos acercamos a la persona con ojos limpios, sin ninguna etiqueta ni prejuicio, y la experimentamos de nuevo. Renovar la percepción de vez en cuando nos garantiza no caer en la trampa de la etiqueta fija e inamovible que puede ser muy injusta para una persona.

«Por la red, de las escuelas, lo que se encuentra es mucha literatura común, muchas ideas generales, y muy poca diferenciación«

Usted ha trabajado 19 años en el mundo de la publicidad, ¿cómo ve las escuelas como marca? ¿Qué consejos les daría para mejorar la gestión de su branding?

Creo que no todas las escuelas están haciendo suficiente trabajo en este ámbito. Y creo que la razón fundamental es que muchas de ellas no han estado de verdad en una situación de mercado competitivo, y no han necesitado luchar por los «clientes». En un escenario de demografía a la baja, y de exceso de oferta, las escuelas no tienen más remedio que entrar en el juego del branding y por lo tanto ser capaces de transmitir una idea clara y diferencial de lo que ofrecen. Para algunas escuelas el camino es claro y sólido. Para otros está todo por hacer. Y en general, si uno hace una selección aleatoria de escuelas por la red, lo que se encuentra es mucha literatura común, muchas ideas generales, y muy poca diferenciación. Mis consejos son:

  • «Mojarse« con un posicionamiento diferencial y claro. Ser más activos comunicativamente.
  • Trabajar muy activamente las redes boca a boca que son fundamentales para el tipo de «compra» de una escuela.
  • Trabajar también activamente las redes de ex-alumnos como prescriptores fundamentales.