David García es graduado en Periodismo por la Universidad de Valencia y ha realizado un máster en Strategic Communication en la Universidad de Lund, Suecia. Actualmente trabaja en Estocolmo como editor de contenidos en el portal educativo educations.com, donde combina su experiencia internacional con el compromiso de ayudar a estudiantes de todo el mundo a encontrar la educación que buscan.
Cada vez son más los estudiantes que al acabar el bachillerato deciden ir a la universidad. Sin embargo, antes de empezar esta nueva etapa educativa, deben elegir qué grado estudiar y dónde hacerlo, lo que conlleva realizar una búsqueda exhaustiva para valorar cuál es la mejor opción. Sus intereses marcan el desarrollo de un proceso en el que los jóvenes recaban información que incline su decisión por un programa o una universidad en concreto. Conocer este fenómeno es clave para encontrar el modo adecuado de orientarles, pero también para tomar decisiones sobre cómo promocionar nuestros centros.
Un estudio realizado por el portal educativo educations.es revela las tendencias actuales en el ámbito de la educación superior. La investigación está basada en una encuesta realizada a más de 30.000 estudiantes de 194 nacionalidades diferentes. El informe describe cuáles son las principales razones por las que los futuros estudiantes universitarios eligen qué estudios cursar, además de qué factores influyen en su decisión. Además, también se destaca cómo las universidades están adaptando sus prácticas a esta nueva situación.
¿Indica esta tendencia el futuro, próximo o lejano, de las elecciones en los estudios de Bachillerato o Secundaria? Convendrá estar atentos. Si fuese así, los centros que antes se adapten al cambio llevarán ventaja. Veamos los datos más significativos del cambio de tendencia:
Elección de estudios por motivos vocacionales
Principalmente, los estudiantes se guían por sus intereses cuando eligen qué estudiar. Los motivos vocacionales demuestran tener más peso que otros aspectos como las salidas profesionales que los grados elegidos presentan. El tercer elemento más valorado es el contenido de los programas, lo cual refuerza el primer punto ya que, entre los programas preferidos, tendrá más posibilidades de ser elegido aquel que presente un contenido que más se adapte a las pasiones e intereses del futuro estudiante.
De esta forma, otros factores pierden importancia como la posición que ocupa la universidad en los rankings educativos o la reputación de los programas. Sin embargo, las informaciones sobre tasas universitarias siguen siendo muy demandadas. En este sentido, un 50% de los solicitantes admite que encontrar información sobre becas que les permita cubrir la totalidad o parte del coste del programa influye notablemente en su decisión. Asimismo, entre los otros tipos de informaciones más importantes, un 26% se ve principalmente influenciado por descripciones de elementos únicos del programa y un 15% hace referencia al plan de estudios como principal influencia.
Los datos sobre el tipo de información que más influye en esta decisión está alineada con la tendencia de que los futuros estudiantes se guían por motivos vocacionales. Los estudiantes buscan profundizar en sus pasiones e intereses independientemente de las perspectivas profesionales que presenten los grados. Cuando la prioridad es que estos se adapten a cuestiones personales e individuales, información específica sobre las características de los programas se convierte en clave para atraerles y convencerles.
Nuevos canales y comunicación inmediata
Los canales por los que se distribuye esta información también han cambiado. Una de las áreas que cubre el estudio es la información sobre estudios en el extranjero. En este sentido, se recogen datos que indican que un 73% de los futuros estudiantes utilizan motores de búsqueda online como Google para encontrar información sobre el grado o la universidad en la que están interesados. Asimismo, uno de cada tres lo hace a través de redes sociales o físicamente en ferias de estudiantes.
Los canales online son, pues, más importantes que los físicos. Este cambio en la forma de proporcionar información ha desarrollado unas expectativas de comunicación entre estudiantes y universidades muy exigentes. Respecto a este fenómeno, la inmediatez es uno de los requisitos más importantes durante la interacción con las instituciones. Un 83% de los estudiantes interesados quieren recibir una respuesta dentro de un periodo de tiempo máximo de una semana, de los cuales un 43% pretenden obtener la respuesta en solo 24 horas.
Además de la inmediatez, la personalización es otro de los factores más relevantes. Los estudiantes esperan respuestas con soluciones específicas a sus consultas individuales. Muchos de estos esperan que esta respuesta se realice por email, canal por el cual pueden recibir amplias respuestas con información personalizada que puede incluir links y referencias a otros recursos.
Este estudio refleja las tendencias actuales: ahora son los jóvenes los que marcan la dirección priorizando sus intereses y obligando a las universidades a adaptarse a sus necesidades informativas. ¿Ocurrirá lo mismo en los estudios de Secundaria? Quizás ahí el peso de los padres en la elección modere estas tendencias, pero cuando las barbas de tu vecino…
David García
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